Podemos Elegir

Alberto es un romántico empedernido, ha encontrado en Carolina la mujer de su vida. Luego de seis meses haciendo lo imposible para conquistarla, hoy por fin, ella ha decidido darle una oportunidad, aceptándole una invitación al cine.

Alberto se esmera en cada detalle. Elige con cuidado su ropa, y finalmente la colonia especial de los jueves. Todo para agradar a su amada.

Al llegar al multicinema, escogen la película de su agrado, compran palomitas y soda y disfrutan a la perfección, su primera velada juntos.

Nos pasamos la vida escogiendo lo apropiado, en cada momento o situación. Elegimos con quién, cómo, cuándo y dónde estar, la ropa que usamos, la música que escuchamos, la carrera profesional, y mil cosas más, en fin, TODO, excepto: nuestra familia, nuestro nombre y la hora y forma de nuestra muerte.

Nuestros padres nos dieron un nombre, pero en lo que concierne a la familia en que nacimos, y al día, hora y forma en que dejaremos este mundo, ha sido determinado, por el Creador desde el principio de los tiempos.

Por cierto, desde el principio de la historia, le fue dada al hombre la facultad de elegir entre el bien y el mal. Adán escogió mal y trajo la muerte al mundo.

Afortunadamente, hoy, tenemos el privilegio de poder enmendar el error, y decidir el destino final de nuestra alma inmortal. A saber: Vida eterna con Jesucristo o condenación eterna sin El.

Escoja bien. Y una vez tomada su decisión, asegúrese de llevar siempre la vestidura apropiada, que por supuesto deberán ser, las mismas que usó el Maestro.